SANDRO ROSERO: mayo 2012

Uno de los slogans más populares entre la juventud es el “sexo seguro” que promueve el uso del preservativo como el medio más eficaz de prevenir las enfermedades venéreas y el embarazo. Protestamos contra esta gran mentira pues los resultados dicen lo contrario. Usa tu razón, usa tu conciencia joven. La vida es más que placer, la libertad comienza en uno mismo. Sé libre de tus propias pasiones.

El sexo seguro: Un slogan fraudulento

Introducción

Hemos estado hablando sobre los jóvenes y como la juventud tiene cosas muy buenas, atractivas y hermosas, pero también tiene grandes peligros y retos a los que hay que enfrentar. Se debe tener conocimiento claro acerca de la vida, de lo que es bueno y malo, para edificar una vida con propósito y para que las acciones que se cometan siendo jóvenes no los dañen o perjudiquen por el resto de sus vidas.

En la juventud podemos cimentar el bien para los siguientes años de nuestras vidas, o bien, podemos dañarla de forma a veces irreversible por alguna mala decisión que tomamos en esta etapa.

Hoy vamos a tratar sobre un tema muy importante en el ámbito de la sexualidad de los jóvenes, porque hoy en día es casi “normal” que los jóvenes tengan relaciones sexuales fuera del matrimonio, sin estar casados.

El joven, antes de casarse, ha tenido ya varias parejas sexuales y también la mujer. El día de hoy es muy natural hablar de esto; sin embargo, quiero decirte que hay grandes riesgos que vienen por llevar una vida de libertinaje sexual sin restricciones.

La CDC de Atlanta (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés) es un organismo encargado de estudiar las enfermedades infecciosas en los Estados Unidos y uno de los más importantes del mundo.

Ésta ha detectado 25 enfermedades de transmisión sexual, la más famosa de ellas es el SIDA, pero existen muchas otras que son peligrosas y pueden llegar a quitar la vida. Tal es el caso del Papiloma virus, que puede provocar una afectación particular a la mujer y puede condicionar un cáncer cervicouterino que puede causarle la muerte.

El sexo seguro

Hay muchas enfermedades de transmisión sexual: el SIDA, el papiloma virus, la sífilis, la gonorrea, la hepatitis B, etc. Todas estas enfermedades están más que vigentes, se presentan frecuentemente en la consulta médica general o de especialista y muchos jóvenes están siendo afectados.

Para solucionar este problema, algunas personas que no tienen un compromiso moral y ético con la juventud han desarrollado un slogan muy llamativo pero que es en realidad un mito: el sexo seguro. El sexo seguro se basa en la posibilidad de tener relaciones sexuales con varias parejas, si es que así se decide, protegiéndose con el preservativo.

Es decir, se vende la idea, principalmente a los jóvenes, de que es posible tener relaciones sexuales con alguna pareja, sea una relación heterosexual (hombre con mujer) u homosexual (hombre con hombre, mujer con mujer), sin tener riesgo de contagio de alguna enfermedad venérea usando el preservativo.

¡Eso es una mentira! Por eso comentaba que las personas que promueven el preservativo como base de un sexo seguro, no tienen un compromiso ético ni moral con la juventud, ni tampoco tienen un compromiso con la verdad. Más bien, tienen un compromiso con un estilo de vida en el que han hecho a un lado cualquier cosa en su búsqueda del placer sexual, cualquier obstáculo moral o ético que puede provenir de un concepto de Dios, de los mandamientos o del cristianismo.

Como ellos mismos han decidido llevar una vida de libertinaje sexual, invitan a la juventud a deshacerse de los “tabúes” y quitar cualquier prejuicio moral o ético. “Ten sexo, no hay ningún problema ético ni moral, no hay problemas de conciencia, ni problemas con Dios. Del sida y de las enfermedades de transmisión sexual ni te preocupes, existe el sexo seguro. Sólo usa el preservativo y ¡adelante! ¡Disfrútalo, no hay ningún problema!”

Ante enfermedades tan graves como el sida y otras que son potencialmente mortales o que pueden afectar ocasionando infecciones pélvicas que puedan impedir posteriormente embarazarse, debemos ser más sensatos en la información que damos y el público debe ser más sensato en la información que recibe. Ante enfermedades tan graves y problemáticas como éstas debemos ser más juiciosos y precavidos en aceptar o rechazar el slogan de “sexo seguro”.

¿Realidad o mito?

Con toda claridad puedo decirte que no existe realmente el sexo seguro. Desde 1970 se han gastado miles de millones de dólares promoviendo el sexo seguro en escuelas, en la radio, en la televisión, en juntas de miembros de la sociedad, de movilizadores sociales. Se ha hablando de conscientizar a los jóvenes para que utilicen el preservativo como un seguro para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo, ¿qué tan seguro es el preservativo para evitar esas enfermedades? Primero habría que preguntarnos qué tan seguro es el preservativo para evitar el embarazo, ya que finalmente para eso se desarrolló, para evitar que la mujer resultara embarazada por medio de una relación sexual.

En relación al embarazo en parejas ya constituidas, es decir, en una pareja que vive junta estén casados o no, el preservativo puede fallar en un 15.7% de los casos. Tiene un éxito para evitar el embarazo en un 85% de los casos en parejas constituidas, no en novios que a veces tienen relaciones en el auto, en un hotel o a escondidas y que no tienen la tranquilidad para llevar una relación sexual en paz.

Pero cuando hablamos de jóvenes solteros, el porcentaje de fracaso es de un 36.3% de los casos. Es decir, el preservativo no es 100% eficaz para lo que fue ideado, para evitar el embarazo. Pero ojo, aquí hay una nota importante en la cual debemos reflexionar: la mujer puede embarazarse sólo unos cuantos días al mes; las enfermedades de transmisión sexual como el sida pueden contagiarse los 365 días del año.

Entonces, si el preservativo no es 100% eficaz para evitar el embarazo, no puede ser 100% eficaz y su eficacia disminuye todavía más en cuanto a evitar las enfermedades de transmisión sexual. Vemos entonces que ese slogan de “sexo seguro” es mentira, es un slogan detrás del cual hay una forma de pensar, de entender la vida y la sexualidad.

¡No se vale! No es justo que los jóvenes de secundaria y preparatoria, quienes no son médicos, sean bombardeados con la idea de que si tienen relaciones sexuales lo hagan con un preservativo para evitar el contagio de las enfermedades. Lo justo sería decirles la verdad: usando el preservativo disminuyen las posibilidades de que se contagien con enfermedades de transmisión sexual, mas no es 100% seguro.

Hay que informar a la gente con la verdad, no con una postura tendenciosa, buscando promover estilos de vida personales en la sociedad; lo justo y correcto es decir las cosas como son. La verdad es que el preservativo es eficiente en disminuir las posibilidades de contagio en la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual. Pero hay algunas enfermedades en las que el preservativo no disminuye para nada la posibilidad de contagio.

Jugando a la ruleta rusa

En el caso del Sida, sí disminuye la posibilidad de contagio, más no es 100% eficaz. Una publicación médica de las más serias del mundo, la British Medical Journal, señaló que en un estudio hecho en homosexuales había un 26% de deficiencia del preservativo al evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Este fracaso se debía a que el preservativo puede deslizarse o puede romperse.

Es importante que los jóvenes estén bien enterados de esto si deciden tener relaciones sexuales, pues finalmente esa es tu decisión. Si el joven con el que vas a tener relaciones sexuales tiene alguna enfermedad de transmisión sexual, tú debes estar consciente de que aunque use preservativo no hay una eficacia del 100%.

El Departamento de Medicina de la Universidad de Texas reportó que el preservativo tiene un 69% de eficacia en la prevención del Sida; estamos hablando de una institución universitaria que hace una investigación y encuentra que hay un 31% de fracaso.

Otro estudio realizado por esta institución en parejas casadas –no con novios quinceañeros que puedan tener relaciones a escondidas, en la sala o en el auto- en las que uno de los dos estaba infectado con sida, determinó que en año y medio el 17% de los compañeros de estas parejas ya habían sido contagiados con el virus.

Estas parejas decidieron seguir teniendo relación sexual con su cónyuge y usaron el preservativo como medida preventiva. Ahora ellos ya sabían que su pareja tenía sida, por consecuencia el uso del preservativo era riguroso y con todo cuidado. Aun así, en un año y medio 17% de los que previamente estaban sin el virus ahora lo tenían, a pesar de que se había utilizado el preservativo como medio para evitar el contagio.

Por lo tanto, el preservativo no garantiza y dista mucho de poder garantizar el no contagio del virus del sida. Usando el preservativo se disminuyen las posibilidades de contagio, es decir, hay seis veces más posibilidades de contagiarse sin el preservativo que con el preservativo.

Esta relación de 1 a 6 sería similar a jugar a la ruleta rusa. ¿Qué es la ruleta rusa? Es tomar una pistola y poner una sola bala en uno de los seis orificios que tiene el arma, los otros orificios quedan sin bala, luego al azar haces girar esa parte en donde está el depósito de las balas y después, sin cerciorarte si la bala quedó por delante del martillo que va a golpear para disparar la bala, tú te pones la pistola en la cabeza y disparas.

Hay más posibilidades de que no te toque la bala porque hay varios sitios vacíos y sólo uno está ocupado por una bala. Es cierto que hay más posibilidades de que no te toque el balazo, pero ninguna persona en su sano juicio jugaría a la ruleta rusa. Tener relaciones sexuales tomando el preservativo como medio de protección es jugar a la ruleta rusa. Es verdad, el preservativo disminuye las posibilidades del contagio, más no las nulifica.

El mito del sexo seguro

Entonces, está claro que el sexo seguro no existe en la práctica, existe solamente como slogan de todos aquellos productores de preservativos, en donde hay mucho dinero de por medio. Ese slogan es muy eficaz para lograr sus objetivos; sin embargo, en la práctica no hay realmente sexo seguro.

Una pregunta importante en relación a aquellos que hablan del sexo seguro: ¿Se subiría usted a un avión de una aerolínea en la que sólo el 80% de sus vuelos llegan al destino final? ¿Se subiría usted a una aerolínea en la que, 8 de cada 10 vuelos tienen éxito y 2 se caen y se destrozan en un accidente? ¿Tomaría esa aerolínea como seguro para viajar? Ninguna persona en su sano juicio lo haría, porque a pesar de que lo más probable es que sí llegue, te puede tocar ese 20% de no llegar.

Usar el preservativo como medio de protección sabiendo de las enfermedades mortales y peligrosas, es como subirte a una aerolínea de ese tipo y decidir vivir bajo el constante riesgo de que te pueda tocar el 20% de los que fracasan. Entonces, no existe el sexo seguro, es importante que aquellos que hablan del sexo seguro sean honestos y no engañen a la juventud.

Tú, joven que me escuchas, sé tú mismo, ten tu propio criterio, infórmate, estudia. En Internet hay buenas páginas en donde te puedes cultivar con diferentes opiniones; hay libros serios de medicina, revistas y publicaciones médicas serias en donde te dirán con certeza cuál es la eficacia del preservativo.

La única forma de estar seguros de no contagiarnos con enfermedades venéreas es obviamente la abstención, en el caso de la persona soltera. En el caso de la persona casada, la única forma de estar seguros de que no habrá contagio es la fidelidad conyugal.

Libertad sexual y abstinencia

Entonces vemos que no existe el sexo seguro, pero sí hay muchas pláticas acerca de esto. Por el contrario, básicamente no existen pláticas acerca de la abstención sexual, en primer lugar porque se habla de la libertad sexual como un avance social en donde estamos librándonos de tabúes antiguos, de cosas que limitaban la libertad del hombre y la mujer. Libertad sexual es sinónimo de modernismo, de vanguardia.

No se habla de abstinencia porque se parte de una premisa falsa: “es imposible que los jóvenes se abstengan”. Eso también es un mito. Se han hecho estudios estadísticos en donde se platica con jóvenes para sacar conclusiones porcentuales y se ha demostrado que el 65% de los menores de 18 años no han tenido aún relaciones sexuales. Entonces, no es cierto que el joven no se pueda abstener.

Se dice que los jóvenes son incapaces de practicar la abstinencia sexual hasta llegar al matrimonio, por lo tanto, hay que enseñarlos a tener sexo seguro. “No los mortifiques acerca de la abstinencia, no los mortifiques con conceptos de moralidad retrógrados, con asuntos que ya quedaron para las generaciones pasadas. Hoy en día, es necesario hablar de sexo seguro porque los jóvenes no pueden abstenerse.”

Sabes, esto me indigna mucho porque hablan de la juventud como si ésta no tuviera un cerebro y no entendiera razones, o como si la juventud a fuerza y necesariamente se tiene que dejar llevar por sus deseos y sus impulsos y no por la razón. Yo creo en los jóvenes, yo creo que el joven tiene que recibir información adecuada y correcta.

Obviamente siempre habrá jóvenes que no hagan caso y terminarán haciéndolo, pero también siempre habrá jóvenes que escuchen el consejo y a quienes la palabra prudente los ayudará a edificar bien su vida. Lo justo y lo correcto es balancear esas pláticas y dar información verídica y correcta para que los jóvenes tomen sus propias decisiones.

La verdad es que hay una presión muy fuerte hacia iniciar la vida sexual, y esa presión no está solamente sobre los hombres sino también sobre las mujeres. Éstas llegan a cierta edad y si no han tenido relaciones sexuales se les ve como un bicho raro, hasta con compasión.

Como joven, tú vas a tener una presión muy fuerte sobre ti, una presión que te va a decir: “hombre, relájate, disfruta la vida, ten relaciones sexuales, no seas un bicho raro.” Recuerda, muchos jóvenes no han tenido relaciones sexuales, pero aún cuando todos los jóvenes tengan relaciones, no quiere decir que necesariamente tú debas tenerlas.

Tu mejor decisión

¿Se puede vivir una vida de abstinencia en la juventud hasta llegar al matrimonio? Por supuesto que sí. He tenido la oportunidad de conocer a muchos jóvenes que practican la abstinencia y que han decidido no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio; otros ya han tenido relaciones sexuales, pero cuando escuchan información como esta y entienden su responsabilidad moral, deciden no tener más relaciones sexuales hasta casarse.

A eso se le llama virginidad secundaria. Son decisiones que los jóvenes toman y es falso decir que es impráctico e improductivo dar pláticas de abstinencia sexual a los jóvenes, como si éstos fueran unos animalitos que actúan por puro instinto, que no pueden decidir lo bueno con su razón y con una información correcta en su cabeza y evitar así lo equivocado.

Sin embargo, tengo que admitir que es difícil hablar de la abstinencia en estos tiempos, no porque los jóvenes no escuchen o no quieran llevar una vida correcta. Es difícil porque la juventud está sumergida en un mar tóxico de desinformación que los invita a llevar ese tipo de vida. Pareciera que hablar de abstinencia y de una vida con fundamentos morales es pasado de moda y no tiene nada que ver con las generaciones actuales.

¿Cuántas pláticas de abstinencia sexual se escuchan en relación con aquellas del sexo seguro? La proporción es muy desigual, se habla muchísimo más del supuesto “sexo seguro” en las escuelas y por los medios masivos de comunicación, que acerca de la abstinencia.

Yo te invito a que seas un joven que sepa ir en contra de la corriente, que sepas cultivar tu mente con información correcta y que sepas tomar decisiones hacia lo bueno aunque cueste trabajo sostenerlas. Por supuesto que hay obstáculos para hacer lo correcto y adecuado, siempre los habrá. El llevar una vida moralmente correcta también tendrá sus dificultades y obstáculos pero vale la pena intentarlo, vale la pena esforzarse de tal forma que podamos vencer esas dificultades.

Cuando tú escuches esa campaña tan frecuente y repetitiva del sexo seguro, entiende que estás escuchando una mentira. ¡No existe el sexo seguro! El preservativo ha demostrado su ineficacia al evitar el contagio de muchas enfermedades de transmisión sexual, puede disminuir las posibilidades pero no puede garantizarte un 100% de eficacia.

Un slogan fraudulento

Ahora, reflexionemos lo siguiente: si por conveniencia propia o porque te gusta tener relaciones sexuales tú decides continuar con tu práctica y utilizar el preservativo para cuidarte, y después de pasar el tiempo resultas infectado de sida, ¿no te sentirías traicionado y burlado? ¿No te sentirías auto engañado?

El slogan del sexo seguro solamente sirve para aquellos que se benefician económicamente de ello y para aquellos que tienen un compromiso con una forma de pensar y piensan que la vida no tiene límites en ningún sentido.

Pero, ¿qué podrían decirles los promotores del sexo seguro a aquellas personas en las que el preservativo fracasó al no evitar el contagio de una infección? ¿Qué podrían decirles a aquellas personas que hoy tienen sida y que habían utilizado el preservativo para no contagiarse? “Usted disculpe, ha funcionado en muchos casos, lamentablemente en su caso no funcionó.” Esa es una manera muy deshonesta de “desinformar” a la juventud. Toda una vida echada a perder por un momento de placer.

Yo conocía a una persona que murió hace algunos años, tuve contacto con él por medio de la consejería. Él murió de sida. Durante una etapa de su vida él decidió practicar el libertinaje sexual, tenía relaciones sexuales con hombres y con mujeres y se protegía con el preservativo pero finalmente se contagió de sida. Su vida fue muy triste porque dejó a muchos seres queridos, hijos y esposa, además era una persona joven. ¿Le sirvió de algo el sexo seguro? Solamente le sirvió para auto engañarse y para darse cuenta del fraude del que fue víctima.

Hablar de que el preservativo te asegura el no contagio de X enfermedad es un fraude. La verdad es que debería haber una etiqueta en los preservativos que diga “este preservativo es eficiente en un 70% de los casos para prevenir esto, en un 80% para prevenir aquello” y no presentarlo como algo 100% efectivo.

He dicho que el preservativo disminuye las posibilidades de contagio de sida; sin embargo –esto lo digo por las jovencitas- hay muchas otras enfermedades, como la causada por el virus del papiloma humano que se transmite por vía sexual y mata más mujeres que el sida, porque produce cáncer cervicouterino en el cuello de la matriz de la mujer.

El usar preservativo no ofrece ninguna disminución, en ningún porcentaje, en la transmisión del virus del papiloma humano del hombre a la mujer. Esto puede ocasionarte la muerte y si no te ocasiona la muerte, puede hacer que pierdas la matriz y la posibilidad de tener hijos. El preservativo no sirve para nada en el caso de este virus. Te repito, hay más mujeres que mueren por el contagio de este virus que por el sida.

Por eso te decía al principio que la propaganda del sexo seguro es una mentira. Nadie tiene derecho de hablar de sexo seguro cuando ni es seguro con el sida, ni es seguro con otras enfermedades y no ofrece ninguna seguridad en el caso del papiloma humano. ¿Por qué la gente se atreve a hablar y a enseñar a la juventud que hay sexo seguro?

Un valor “pasado de moda”

Es tiempo de hablar y de pensar en un valor pasado de moda, llamado castidad o abstinencia. Hoy en día, apreciado joven, la virtud es una necesidad, hoy en día tú no puedes encargarle tu vida a otras personas. No puedes decir: “bueno, ya lo vi en la tele, ya mi maestro ateo que fuma marihuana me ha hablado del sexo seguro”, y hacer responsables a ellos de tus acciones.

Tú eres responsable de tus propias acciones y, ante tantos riesgos, necesitas la virtud. Necesitas tomar la decisión de vivir diferente a las demás personas y cuando esa decisión es por lo bueno y no por lo malo, es virtud. Yo estoy seguro que en el corazón están los sentimientos, pero la cabeza está por arriba del corazón y en la cabeza está el cerebro; el cerebro es quien debe tomar las decisiones sobre lo bueno y lo malo. El cerebro que tiene información correcta tiene posibilidades para tomar decisiones correctas.

Hay un texto bíblico que dice lo siguiente: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará..." El texto nos habla de que lo que hagamos en nuestra vida finalmente repercutirá en nuestra propia vida para bien o para mal. Yo no puedo ser irresponsable y querer tener relaciones sexuales con quien se me antoje, al cabo existe el “sexo seguro”. Eso es falso, ya dijimos que el preservativo no lo garantiza.

Pero también existe Dios. Dios nos ha creado, nos ha formado, nos ha dado vida y existimos como seres humanos por él. Dios ha puesto reglas y leyes, por ejemplo, nos dio la ley de la gravedad. ¿Quién inventó la ley de la gravedad? Dios fue quien la hizo, Isaac Newton la descubrió.

Yo no puedo ignorar la ley de la gravedad, puedo caminar en la azotea de mi casa pero si doy un paso más voy a tener graves problemas, me voy a caer, y si la caída es de varios metros me voy a fracturar y me puedo matar por ignorar una ley.

El cuerpo nos lo dio Dios, y nos lo dio con ciertas capacidades y con ciertas reglas también. Una de esas reglas es que el cuerpo no es para andar teniendo relaciones sexuales con quien sea y en el momento en que se desee; el tiempo para tener relaciones sexuales es el matrimonio. Además, debe haber fidelidad entre el hombre y la mujer, si yo ignoro estas cosas y hago lo que se me antoje, va a haber repercusiones en mi vida y habrá problemas en muchos sentidos.

Démosle su lugar a Dios, démosle su lugar a la conciencia, démosle su lugar a la recta forma de vivir. Amado joven, hoy en día la virtud es una necesidad. ¡No dejes que te engañen.

Recopilado por Dr. Sandro Rosero

LICEO NAVAL DE QUITO

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